La Teoría del Punto

Un amigo mío, al referirse a mi libro durante una conversación, me dijo: "Y pensar que todo comenzó con un punto...". Consciente o inconscientemente, su comentario fue muy preciso. Si alguien tuviera que recordar una sola cosa de mi libro, sería la importancia del punto, de la Singularidad.

La "Teoría del Todo", que busca unificar la mecánica cuántica y la relatividad para explicar nuestro Universo, se discute ampliamente. Sin embargo, también me parece relevante, desde un punto de vista metafísico, hablar de la "Teoría del Punto". Ese pequeño punto que es la Consciencia del Ser. Imaginemos que quiero describir un círculo y, tras extensos estudios, descubro que la circunferencia es igual a dos veces el radio multiplicado por Pi (un número irracional). Esta fórmula implica que mi círculo podría estar ubicado en cualquier lugar del Universo, siempre que sepamos dónde está centrado. Un problema similar surge con la Teoría del Todo, que intenta encontrar una fórmula universal sin conocer el punto de observación, aquí la Consciencia.

En nuestra vida cotidiana, necesitamos un centro para ubicarnos, y ese centro es el punto de nuestra consciencia del Ser. Todo lo demás es solo información, y la información puede crear ilusión si no tenemos una referencia absoluta. Primero, nuestra consciencia del Ser se sitúa inequívocamente en el Presente; no puedo existir ni en el pasado ni en el futuro. Segundo, la consciencia del Ser es pura y completa, lo que significa que el Ser no admite atributos ni complementos. Esto es lo que Eckhart Tolle define como "Presencia".

La teoría del Punto también enfatiza el papel del observador en la mecánica cuántica. Sin un observador, todo parece caótico, pero cuando alguien observa, el caos en realidad se revela ordenado. Y detrás de un observador debe haber una Consciencia. Mi punto de consciencia personal establece el centro de mi universo y define lo que es mi Todo, de la misma manera que el centro de un círculo determina su posición y alcance. Determinar el punto de observación desde la Consciencia del Ser organiza toda la información que me rodea y se convierte en mi realidad. Dado que ninguna realidad puede ser mayor que la que abarca el Ser, entendemos que el Ser singular del punto es igual al Todo, o que el Todo es la Singularidad explicada por una información virtualmente infinita.

Aunque extienda el radio de un círculo infinitamente, no sabré nada más sobre el punto de su centro, y no habrá más información que la ya contenida en el número Pi. De igual manera, la Plenitud de la Consciencia del Ser está plenamente presente en la singularidad del instante, en el Presente, y toda la información adicional que podrías buscar no te explicará mejor el Ser, incluso si le dedicas una vida eterna. Todo vuelve al Punto.